Principios para enseñar y facilitar el aprendizaje en las clases de Física


 Desde hace varios años ninguno de los cursos de Física que he impartido ha sido exactamente igual, debido a que he intentado incorporar elementos innovadores a partir de mi contacto con propuestas didácticas validadas por la investigación en la enseñanza de las ciencias. Muchos de estos experimentos los he llevado a cabo con colegas con los que he discutido el diseño de actividades, pero en general no nos hemos dedicado a evaluar su implementación. En esta nueva etapa de mi trabajo, mi propósito es promover lo que sabemos de la enseñanza y aprendizaje de las materias STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) -en particular de las actividades que involucran activamente a los estudiantes- para establecer una manera de compartir y reflexionar sobre lo que sucede en los salones de clases, así como buscar evidencias para poder evaluar cómo nuestro trabajo impacta en el aprendizaje significativo.



A pesar de haber impartido diferentes versiones de los cursos de Física para universitarios, encuentro que he respetado una serie de principios que he ido incorporando a mi práctica docente a través de leer, conversar y reflexionar sobre qué significa la enseñanza y aprendizaje de la Física:

1. Enseñar no es (necesariamente) equivalente a aprender: Mis primeros cursos de Física estaban centrados en impartir una clase magistral centrada en los contenidos de los libros de texto de Física, para después hacer ejercicios para "aplicar la teoría". En la actualidad, procuro que mi papel en la clase sea de facilitador del aprendizaje, en donde propongo una serie de actividades que hacen participar activamente a los estudiantes, para que lean, discutan, formulen preguntas, resuelvan problemas y preguntas conceptuales, realicen experimentos, programen, modelen y se equivoquen. Una de mis guías en el diseño de clase es poder dar (en la medida de lo posible) retroalimentación individual e inmediata. En la clase del MIT OpenCourseWare sobre Teaching college-level Science and Enginnering, Sanjoy Mahajan enfatiza que el entendimiento y conocimiento es construido por los estudiantes. Esto también está presente en el artículo y trabajo de Lilian McDermott: What we teach and what we learned, closing the gap, lo que muestra que este principio está presente en la reflexión de la comunidad de profesores de Física e investigadores en Enseñanza de la Física, lo cual ha dado lugar a una gran diversidad de propuestas respaldadas por la investigación, a las que  podemos tener acceso en sitios como www.compadre.org.



2. Los objetivos de aprendizaje guían la evaluación y diseño de actividades. En el libro Understanding by design, MacTighe y Wiggins plantean que discutir y reflexionar acerca de las ideas principales de los cursos permiten centrar el esfuerzo del profesor y estudiantes en el entendimiento, para después preguntarse sobre qué evidencias se tendrían sobre estos aprendizajes y como último paso, elegir las actividades que estén acordes con este marco de trabajo (es por eso que a esta metodología también se le conoce como diseño inverso). En mi actual curso de Física estoy aplicando esta aproximación pensando en que trabajo con  estudiantes de Ingeniería por lo que mis tres principales objetivos de aprendizaje son: Conocer los contenidos y herramientas de pensamiento científico, promover que los estudiantes se responsabilicen de su aprendizaje y la aplicación de los conocimientos y herramientas en contextos que permitan abordar problemas reales (de preferencia asociados con las carreras que están estudiando).

3. Tomar en cuenta los conocimientos previos, las motivaciones y el contexto de nuestros estudiantes. En las investigaciones sobre la didáctica de la Física se ha enfatizado el papel que juegan las ideas previas sobre la manera en que se aprenden los nuevos contenidos. El libro de Arnold Arons Teaching introductory physics es un excelente compendio de los problemas de aprendizaje y preconceptos que los estudiantes muestran en los cursos de Física. Además, es importante no dar por sentado que los estudiantes cuentan con los conocimientos, herramientas y actitudes que se espera de una persona cursando una carrera universitaria. Por ejemplo, en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, UACM, muchos de nuestros estudiantes son la primera generación en su familia que estudia en la universidad, por lo que es un reto importante enseñarles a sortear las dificultades y exigencias de la vida académica.

4.  Los hábitos de aprendizaje se deben de trabajar explícitamente en las actividades de clase.  Como parte del trabajo en mi clase, los estudiantes trabajan desarrollando  técnicas de estudio, cómo el método Cornell para tomar notas, en donde se hace énfasis en no copiar lo que apunta o dice un profesor, sino que lo importante es realizar un registro que incluyan preguntas, palabras clave y síntesis que deben realizan los estudiantes. Otro aspecto importante relacionado con el estudio fuera de clase, radica en incluir actividades para trabajar con el libro de texto universitario de tal manera que los estudiantes comiencen a formar hábitos que les permitan tener autonomía en su aprendizaje.

5. Evaluar no es equivalente a calificar. Estamos acostumbrados a la evaluación tradicional de las clases de Ciencias, a través de poner calificaciones a tareas y exámenes que generalmente consisten en ejercicios de final de capítulo. Se puede fomentar un cambio, enfatizando que la evaluación forma parte del aprendizaje en la medida en que se obtenga información sobre él desarrollando de los diferentes propósitos de aprendizaje. Es fundamental que los estudiantes tengan claro qué esperamos de ellos en su trabajo tanto en clase como fuera de ella, así como en los diversos trabajos, tareas y exámenes. Otro cambio importante es promover que los trabajos que se hagan en clase, no tengan cómo único destinatario el profesor, sino que puedan ser compartidos con la comunidad universitaria.

6. El aprendizaje es una tarea social. Un buen ambiente de aprendizaje implica que los estudiantes participen en actividades de apoyo mutuo. En mi clase hay espacio para el trabajo individual, por parejas y en equipo. Es común en los estudiantes repartirse los ejercicios de una tarea, para copiar los resultados únicamente en la entrega, por lo que es muy importante promover una colaboración genuina, tanto en el proceso de elaboración y entendimiento de la tarea, así como promover que todo el equipo tenga un entendimiento. Uno de los métodos de aprendizaje más efectivos tiene lugar cuando los estudiantes explican sus notas, formulan preguntas y sintetizan las ideas más importantes.

Finalmente es importante señalar que trabajar con estos principios implica apelar a un cambio profundo en la manera de concebir la enseñanza y el aprendizaje en la Educación Superior,  por lo que es importante ser cuidadosos en cómo compartir y reflexionar juntos acerca de estos tópicos, respetando las experiencias, puntos de vista y diferencias que podamos tener. El físico Carl Wieman, quien es un promotor del cambio en la enseñanza de la Ciencias a nivel universitario, señala que es importante  mantener la manera científica al reflexionar, evaluar y ejercer la práctica docente. Es por todo esto que a partir de 2018 he estado trabajando en un espacio de construcción colectiva -el Laboratorio de Enseñanza y Aprendizaje (LEA)- donde podamos compartir experiencias y crear conocimiento acerca de cómo mejorar la enseñanza y facilitar el aprendizaje, tratando de buscar evidencia acerca de cómo mejoramos nuestra práctica docente.

¿Existen otros principios de enseñanza y aprendizaje que aplicas en tus cursos?, ¿conoces iniciativas para la reflexión de lo que se hace en los salones de clase?, ¿te gustaría escribir o compartir tu experiencia en el LEA?






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